top of page

Divina tristeza


No es una tristeza que abata sino que confiere un estado especial, reconstituye, devuelve un sabor añejo, cierta dosis de melancolía necesaria para las bellas creaciones, para pararse a pensar en la habitación más íntima y soñar los sueños que uno más quiere. Hay tanto ruido, ahora que todo se enseña y es todo tan evidente. La política llega a convertirse en un virus masivo y aterrador, por ello tiene que venir, una y otra vez, la poesía a salvarnos, a devolvernos la santa individualidad, la casa propia: nuestra mente. Es una individualidad cósmica, como explica don Miguel de Unamuno, amén. Solo quien logra conectarse con su soledad y su yo más puro, recóndito, puede conectarse, a su vez, con la humanidad y el universo. Por eso, está muy bien la política, la batalla, el matiz y el contraste, pero cada cierto tiempo, olvidémonos de toda esta feria y disfrutemos de la erótica de la oscuridad. Adiós al mundo pornográfico y autopparazzi.

He sufrido una derrota, un sopapo, un despegue sin fuerza. Pero ella y el dolor son parte de la enseñanza de la vida. Solo la enfermedad terminal es tremenda, el resto, incluso que te abandoné un amor infinito, puede ser una oportunidad para descubrir más altas estrellas. Una derrota si se trabaja y un dolor si se relame, es como si te tocara la lotería. Nada de evadirse, más bien hay que disfrutar de las hostias y seguir intentando el gran salto. Estar en la brecha. Escribir. Continuar incordiando y que sepan que no te has ido, solo vas a un pequeño retiro mientras haces músculo junto a tu Tarzán.

Hay que encajar la realidad, aprenderla medianamente para no tambalear, para destapar la supuesta coherencia de los corruptos del alma, los que se creen su discurso de mentira; son perros esclavos de un clan de ladrones, del gran fracaso ético y social, aunque alguna voz precaria todavía tenga que decirles, al pasar, señores. Saldré del túnel como sale un tren bala, inesperadamente. Sin saber de cuál esquina vengo, o cuál sera la próxima parada. Solo libertad dentro del poema quiero, cómo araña Batania, solo la rebeldía y la noche, la juventud siempre alerta.

Me imagino una lágrima a escondidas, una única lágrima y, después, una sonrisa al espejo, la mueca más pura, de quien desnudo empezó la partida. Un poco de azar y un poco de predisposición, como siempre. Ya pasaron varias lunas, ya la noche calmó, curó y arropó a las princesas y a los princesos de la palabra, qué cachondo papá Umbral. Así que no preocuparse. Tenemos la conjura, el templo y lo que haga falta, ¿eh? Y todo una épica por delante con la que vibrar a cada paso. Que no nos contaminen los de siempre.

Pese a mil tropiezos se está más en el camino que nunca. Menos mal que te tengo enfrente, querida lectora imaginaria. Puedes ir desnudándote, pero despacio. Salvaje, pero romántica. Aniñada, pero más mujer que todas juntas. Cuando con tus besos ya no sienta el peso, de los escombros que oprimen mi pecho, podrás leer en mis ojos la siguiente inscripción: Nos crecemos en las malas, por eso saboreamos como nadie la victoria”.


bottom of page