Escaleras mecánicas hasta la luna
Habiéndome desprendido de las malas inercias, de la pesadumbre de las cuadraturas viciadas sin oxígeno, arrancados los cables inservibles de mi cabeza, ahora toca adentrarse malecón adentro, estampa de vida sin adhesivos de por medio. Sin tener que imaginar romper un muro de presidio mental, para sentir de veras. Sin seguir siendo solo, fugaces y espasmódicos, instantes en la galería de fotos de un residuo llamado móvil.
Ya lo he dicho otras veces. Quiero concentrar toda la potencia de la vida allí afuera, quiero concentrarme, intensificar, que lo único que me adiestren sean mis escritos, y que nada se interponga, escollo, errata negra con rabo espeluznante, cortocircuito de la inteligencia en la incomunicación de las redes del imperio, del que es esclavo hasta el más punk. Detesto. Escupan a esta pantalla, salten.
¿Qué conclusión sacas de un minuto frente a un cuadro en el museo?, ¿y de pasar de largo por el paseo marítimo sin ser, al menos una noche, navegante? ¿Qué somos en esta interrupción constante?, ¿qué tipo de tortuga con collarín de plástico? ¿Qué frase repetida, desatino o Scalextric que no funciona y enfurece al niño?
Dejaré de ser testigo para ser el crimen contra el fraude. Escribiré como si me pagaran tres mil euros por cada texto, para que una coma mal puesta o un escrito hueco, se equiparen a un fallo médico. Dejaré de ser espectador, pues si se siente la aventura al ver una película, hay que llevarla a las calles, rocambolescamente. Nada de líneas rectas que te programen. Retrocede, vuelve, retrocede.
¿Cómo se atenta contra el demonio del propio monólogo interior? ¿Cuándo el pensamiento no es una trampa y es una leona tocando el saxo? Anoche, ideando estas líneas en La Catedral del Mar, volví a ver a esos seres veloces que solo quieren la foto, sin pararse a respetar el templo. Van disparados hacia otro flash. Y siempre estarán fuera de lo espiritual y humano. Aburridos como una escalera mecánica hasta la luna. Predecibles como el mismo pasillo de metro infinito, día tras día.