top of page

La tubería que estalla


Foto de Juanse Chacón

Reacciona como si te acabaran de devolver las piernas o hubiera sucedido una desgracia. Atento al vuelo, sin bajar de altura, con la mueca congelada. Escribe como si con cada texto te pagaran tres mil euros, sin que te importe si somos uno o un millón los que te escuchamos. Espanta los miedos que te quieren apocado, a los que piensan que por escribir en un cuaderno subterráneo tienes que ser mediocre o no arriesgarte. Ya llevas más de setenta viernes sin fallar con La muerte, haciendo de ello una forma de vida aunque no se entere nadie. No pares. Es solo el principio. No bajes la guardia. Tu ser se alimenta de la escritura. Es una reivindicación personal como dice Malmierca.

Olvídate del porno y tócate imaginando una escena erótica. Utiliza el móvil y el ordenador solo para lo realmente necesario, sin que te quite tiempo de venerar otros objetos. En cuanto te agarre la poesía, desaparece. Y solo sepan de ti por tus versos, tus libros; oculta lo importante, hazlo secreto y transfórmalo en antifaz. Hoy más que nunca hay que redefinir la soledad, la contracorriente y la independencia. No hagas lo que todos hacen y te salvarás de ser arrastrado por la riada de la falsa libertad de las redes, del clictivismo rampante. Desenchúfate. Ah, también habrás de replantearte el sentido de lo clandestino, de contrapoder, subversión y revuelta; sin olvidarte de lo que es y no totalitario, ahora que Fidel Castro arde en su infierno rojo y caen lágrimas de siervos nostálgicos.

Reacciona, Juanse, reacciona. Devora como meses atrás la ciudad. Ensancha el marco, que cada vez sea más grande y tenga más espacios naturales. Da un manotazo fuerte y seco a tus construcciones y solo con las piezas que permanezcan ancladas continúa tu proyecto, propaga tu visión, desecha todo en lo que te equivocaste. Ataca a la derecha mediática española que se sirve de la enfermedad de un pobre niño torero o de la desaparición de una chica para alimentar el morbo de sus fieles en unos medios éticamente censurables: Canal 13 o Antena 3 para dar detalles.

Sé incómodo e impredecible como una tubería que estalla y no acepta el destino estipulado (parafraseando a Millás). Lee más, lee mucho más. Embebe la cultura a tu alcance. Olvídate de los poetas y sal en busca de pintores, músicos y tu arquitecta. Estaré planeando el asalto, la escena, la acción; tú solo tienes que alzar la voz un poco más alto, desgañitarte. Abrirte paso. Lo tuyo no es una charla aleatoria, ni una pestaña abierta de tu portátil muerta por inconclusa, es un compromiso político y una aventura literaria, una apuesta por mantener la coherencia a lo largo del tiempo y una respuesta más que meditada. Escribe más fuerte, hasta que retumbe. Si no vuelcas lo que llevas dentro, mejor ser otro charlatán que no escribe y no se involucra, o denuncia solo lo que le conviene para ser aprobado por sus camaradas. Reacciona para que otros no hagan por ti lo que tú amas.


bottom of page